En 2018, más de un cuarto de la población mundial vive en aglomeraciones metropolitanas: áreas urbanas que conectan a grandes ciudades con las jurisdicciones que las rodean ¹. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con alrededor de 15 millones de habitantes, concentra al 35% de la población del país y está entre las 20 áreas metropolitanas más pobladas del mundo. En América Latina, sólo Sao Paulo y Ciudad de México presentan mayor población.

El AMBA no sólo es la región más poblada del país, sino también la de mayor relevancia en términos económicos, concentrando alrededor del 45% de la actividad económica de la Argentina. En el AMBA se concentran las principales ofertas productivas y de servicios, así como también los principales servicios urbanos, educativos y sanitarios del país

En el mundo, también se evidencia la importancia que adquieren las metrópolis en las economías nacionales. Sin embargo, en términos comparados, el AMBA se posiciona como una de las áreas metropolitanas más relevantes para la economía del país. 

La centralidad de las áreas metropolitanas en los países conlleva beneficios económicos, financieros, ambientales y sociales, pero también supone tensiones y desafíos para la integración urbana y la provisión de servicios públicos. En términos de gobernanza, el principal desafío radica en la coordinación de las diferentes jurisdicciones que componen un área metropolitana. Las cuestiones del transporte, el ambiente y el acceso a servicios públicos cruzan los límites de cada jurisdicción individual.

En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 69% de las áreas metropolitanas han establecido algún mecanismo de gobernanza metropolitana. La mayoría de estas instituciones se establecieron en la década de 2010². Dichos mecanismos de coordinación son frecuentes especialmente en las áreas del desarrollo regional, el transporte y el planeamiento urbano.

En el territorio del AMBA conviven los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los desafíos de la coordinación entre las diferentes jurisdicciones se multiplican en un territorio en el que intervienen jurisdicciones y gobiernos de diferente nivel y jerarquía, pero interconectado por la realidad de las personas que viven y trabajan en el AMBA. Para asegurar la coherencia de las intervenciones, es importante que exista una coordinación de esfuerzos, recursos y acuerdos entre la diversidad de actores que inciden sobre este territorio.

La voluntad de coordinación se ha expresado a través de instituciones sectoriales para la planificación y/o gestión de las problemáticas metropolitanas (como ACUMAR, CEAMSE y la Agencia de Transporte Metropolitano). También mediante recientes instancias de coordinación multi-sectorial, como el Gabinete Metropolitano y el COCAMBA que habilitaron el diseño e implementación de políticas metropolitanas en el sector de la salud y la seguridad, como la Red Pública de Salud AMBA y el Anillo Digital de Seguridad, entre otras iniciativas.